Para mí, el racismo tiene que ver mucho más con el egoísmo que con el miedo. Es racista el que pretende mantener lo suyo propio (y acrecentarlo), en detrimento de lo de los demás. Eso explica muchas actitudes, de modo que, cuando queremos mantener la pureza de nuestra etnia, egoístamente, excluímos de ella a los que no se parecen a nosotros. Cuando queremos mantener privilegios económicos, egoístamente, excluímos de la prosperidad a los que no se parecen a nosotros. Cuando queremos mantener nuestras costumbres y leyes, egoístamente, excluímos del sistema social y legal a los que no se parecen a nosotros.
Un ejemplo muy ilustrativo: Los gitanos en Europa (y por extensión en España). Este pueblo lleva por estos lares unos quinientos años, tiempo más que suficiente para haber asumido nuestro idioma, nuestras costumbres, nuestras leyes, nuestro modo de vida y la mezcla racial con los oriundos del país en el que se encuentren. Pues bien, en cuestión de idioma, todos ellos hablan el del país en el que habiten, pero todos ellos conservan el calé o caló, como idioma propio del pueblo gitano. En cuestión de costumbres, no sólo no se ve a muchos gitanos en costumbres propias de los payos, sino que casi sólo se los ve en las suyas propias, tal como habitar en barrios marginales, dedicarse a actividades marginales, llevar un modo de vida errante, no escolarizar a los niños, casar a los hijos e hijas por conveniencia, etc. De las leyes, qué vamos a decir. Si existe alguna ley que el pueblo gitano siga particularmente, es la suya, y sus problemas se solucionan en su mayor parte por medio de su ley. Sólo se salen de esta estructura cuando «el payo», interviene con motivo de que el problema trasciende su ámbito social. Tampoco el modo de vida de los gitanos ha cambiado mucho, en consonancia con sus valores, y por lo tanto con sus actividades marginales, con sus modos de vida poco sedentarios, con su aversión a la escolarización, su falta de higiene, su dominio machista, etc., siguen formando guetos en muchos lugares de España y del resto de Europa, y siguen procreando casi exclusivamente entre ellos, manteniendo la puerza racial en un altísimo porcentaje. De hecho, tienen unos rasgos tan particulares, que entre los propios gitanos se reconocen perfectamente por estos rasgos.
Por hacer un poco más de hincapié en el tema, diré que, por ejemplo, de Rumanía, han venido muchos ciudadanos a Europa occidental. Pues bien, de todos ellos sólo los gitanos han llegado y se han puesto a mendicar, a instalarse en chabolas, a no escolarizar a los niños, y todo lo demás que he comentado. Los otros emigrantes rumanos, simplemente se han puesto a trabajar, han aprendido el idioma, se han propuesto vivir en un lugar similar al del resto de la población, han escolarizado a los niños y hoy en dia se puede decir que muchos de ellos están completamente integrados.
¿Acaso no se ve claramente dónde está aquí el racismo?
Salud-os.
